Durante años, la creatina ha estado rodeada de mitos. Para algunos, es “una sustancia peligrosa que daña los riñones”; para otros, un suplemento exclusivo para fisicoculturistas. Sin embargo, la ciencia ha hablado claro: la creatina es segura, efectiva y podría ser mucho más que un apoyo para el rendimiento físico.
La creatina es una sustancia natural que se encuentra en el cuerpo humano, principalmente en los músculos. También se obtiene de alimentos como la carne roja y el pescado, y en forma de suplemento. Su función principal es ayudar a regenerar ATP (adenosín trifosfato), la molécula de energía que los músculos utilizan durante el esfuerzo físico intenso.
Por eso, se ha convertido en un aliado para mejorar la fuerza, el rendimiento en ejercicios de alta intensidad y la recuperación muscular. Pero sus beneficios no se detienen allí.
Mito 1: “La creatina daña los riñones”
Este es uno de los mitos más extendidos y también uno de los más desacreditados por la investigación. Decenas de estudios han demostrado que el uso de creatina en personas sanas no causa daño renal. Los aumentos en los niveles de creatinina (un marcador renal) que a veces se observan en quienes la consumen no indican disfunción, sino un subproducto natural del metabolismo muscular.
Mito 2: “Te infla con agua”
Es cierto que la creatina puede aumentar la retención de agua intracelular, especialmente en las primeras semanas de uso. Pero lejos de ser algo negativo, esto puede mejorar la hidratación muscular y favorecer un entorno anabólico (de construcción muscular). Además, el aumento de peso que algunas personas experimentan es principalmente masa magra, no grasa.
Mito 3: “Solo sirve para deportistas”
Este es un gran error. Recientes investigaciones han mostrado que la creatina también tiene beneficios cognitivos. Puede ayudar a mejorar la memoria, la función cerebral en situaciones de fatiga y el estado de ánimo, especialmente en adultos mayores o personas con dietas bajas en carne. Incluso se estudia su potencial terapéutico en enfermedades neurológicas como el Parkinson o la depresión.
Beneficios comprobados de la creatina
– Aumento de fuerza y masa muscular
– Mejora del rendimiento en entrenamientos de alta intensidad
– Aceleración de la recuperación post-ejercicio
– Protección contra el deterioro cognitivo
– Apoyo al envejecimiento saludable y la salud ósea
– Mejora de la función cerebral en dietas veganas o vegetarianas
¿Quiénes pueden beneficiarse del uso de creatina?
- Deportistas y personas activas que buscan mejorar su rendimiento
- Adultos mayores con pérdida de masa muscular
- Estudiantes o trabajadores con alta demanda cognitiva
- Personas en dietas vegetarianas o veganas (por bajo consumo natural)
- Pacientes con ciertas enfermedades neuromusculares (bajo supervisión médica)
La creatina no es una “pócima mágica”, pero sí un suplemento con beneficios reales, comprobados y respaldados por más de 1,000 estudios científicos. Su uso no solo es seguro en personas sanas, sino que podría representar un impulso para el bienestar físico y mental a cualquier edad. Desmitificar la creatina es abrir la puerta a una herramienta poderosa para quienes buscan cuidar su salud desde adentro.